viernes, 15 de mayo de 2009

Pag.116 $ Bisontes


Cielo blanco y azul al sureste. Gris y negro al noroeste. Nubes calcáreas. Asfalto mojado. Gorjeos. Luz blanca solar, fulgurante, estelar, al este. Un gato negro ibérico escuálido esquiva felino las hierbas altas, verdes, que crecen sobre la vía. Llegan zumbidos neumáticos. Vuelan gaviotas por encima del prado grande, arriba, en la cima del monte. Cortan un aire de fondo verde, selvático, dos palomas grises y blancas.

Los gatos olvidan que llueve. Se enfría el aire. Suena el cristal, el metal, el plástico de una puerta de un coche, cerrarse. Frío seco. Cielo blanco.

Por la tarde, un fondo azul pixelado cubre el cielo. Los gatos negros naranja, recostados al sol sobre la vía gris y verde, son hoy bisontes de las cuevas de Altamira, semidespiertos, semidormidos. Se mueve, con la cola levantada, hacia el noroeste, un gato blanco y negro. Regresa a la vía un gato negro. Un siamés imita al gato que zigzaguea. El muro de piedra se viste de hojas de escamas verdes, colgantes, trepadoras. Bajan hacia la villa, por la carretera junto a la urbanización, un goteo de coches con reflejos solares.

Atardece.

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