miércoles, 15 de abril de 2009
Pag. 87 $ Flecha paleolítica
Amanece. Cielo gris claroscuro. Trinos. Contrastes verdes. Claros azules al Sureste y Noroeste. Dormita, oculto entre las hierbas, un siamés. Deslumbra, el sol de la mañana. Una nube gris y blanca con forma de flecha paleolítica brilla y oculta el sol.
Suena un tsu,tsu...tsu de ramitas rotas, resquebrajadas. Se oye el chirrido de una cortadora de metal. Viento Noreste. Un gato blanco indaga debajo de un peral. Otro toma el sol en el centro del prado.
Por la tarde chispea el cielo gris y blanco. Curva el monte, una luz blanca de arco iris. Al Norte del caserío alto reformado se alzan otros dos caseríos de fachadas blancas, uno de ellos abalconado al Oeste y entrada al Sur. A la derecha de la puerta de acceso de uno de ellos, debajo de un tejado hecho de restos de una escalera al segundo piso, hay troncos apilados para hacer fuego.
Atardece.
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